Un punto de inflexión.

Finaliza un año, comienza otro. Al menos eso creemos.

El ser humano necesita etapas. Organizar sus ideas. Ponerse metas. Marcar objetivos. Cambiar de año supone un poco de todo eso. Un punto de inflexión.

La sensación de dejar atrás todo lo negativo que se haya vivido y empezar un año nuevo cargado de ilusiones.

mirar

Sin embargo, esa sensación dura poco tiempo, prácticamente el mes de Enero. El tiempo que tardamos en echar hábilmente por tierra todos esos: «A partir del lunes…”

¿Por qué ocurre? Simplemente porque cambiar de año no conlleva la desaparición mágica de todos nuestros problemas o que alcancemos todo lo que nos hayamos propuesto a corto plazo.

Personalmente creo que un cambio de año es, como comentaba, un punto de inflexión y un impulso, una recarga de energía para comenzar o continuar con aquello que nos motive, nos haga felices.

No borremos, superemos. No Olvidemos, aprendamos. No obviemos, incluyamos.

Aprovechemos este nuevo año para poner en marcha nuevos proyectos, pero realistas. Sigamos creciendo, aprendiendo y viviendo. Intentando ser mejores pero sin caer en el «síndrome utópico de la euforia colectiva post-navidad” porque esa euforia es vulnerable en la mayoría de los casos pudiendo convertirse en una terrible sensación de derrota y decepción al más mínimo cambio de esa perfección irrealista que como una castillo de naipes habíamos construido con ilusión pero carente de los cimientos adecuados.

pasapresefutuAprendamos del pasado, vivamos el presente y soñemos con el futuro.

Si queremos emprender nuevos proyectos o cambiar algo que este año no fue como esperábamos, tengamos claro los pasos a seguir.

El «fracaso» en un proyecto enlosa una meta fijada sin habernos parado a pensar cómo llegar a ella.

Si tenemos claro esto es muy probable que lo consigamos tardemos más o menos tiempo de lo estimado. Y no olvidemos que pueden surgir ciertas «adversidades» que a veces no controlamos. No obstante, ello no debe truncar nuestro objetivo. Si contábamos que puede ocurrir lo tomaremos simplemente como una pausa en el camino que queremos recorrer.

Espero que logréis todo cuanto os propongáis y os deseo un Feliz 2014!

Nunca tiréis la toalla al menos que sea para mirar el firmamento. 

Querido pintor,

Aquí seguiré esperando, buscando la convergencia en nuestros actos.

Continúo y continuaré con una vida en la que el control fue sustituido por tu ausencia. Una vida en la que sin ti, los colores de mis emociones se matizan a base de grises.

Quiero el pincel que te llevaste, las pinturas que me arrebataste. Si ibas a desaparecer al menos déjame lo que tenía.

Era fácil, componer juntos. Compartir momentos en los que soñábamos con pintar de colores todo cuanto queríamos y prometer que nunca nadie nos arrebataría el derecho a que pudiéramos ofrecer al mundo y a nosotros mismos, esta singularidad.

Pero necesitábamos descubrir el mundo, buscar nuevos caminos, siempre de la mano, pero esta vez en la distancia. Permitirnos crecer, vivir, sentir, conocer y aprender. Una divergencia que necesitábamos. No era el momento. Aún no.

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Pero nada permanece, todo cambia, eso lo sabíamos. Eso lo sabía. Y amaba el cambio. Amaba la idea de nuevas perspectivas. Amaba la idea del espacio que poseíamos. El mundo era amplio, nosotros pequeños. Cuánto por descubrir, admirar, sentir, vivir. No había limitaciones, no había eslabones ni cadenas que nos impidiera volar. Hasta que me cortaste mis alas, y también, te las llevaste.

Ahora tienes tus alas y las mías, tus pinturas y las mías, tus sueños y los míos que los dejaste escondidos en algún lugar, junto a ti.

Me dejaste sin nada, consciente de ello,  en medio de ninguna parte, y eso de ti no me lo esperaba. No eras de los que para continuar necesitara destrozar, destruir, romper, dañar. Cerciorarte que durante un tiempo indefinido necesitara recomponer todo para volver a sentirme bien. Pero solo así, sabrías que el tiempo que permanecieras sin mí, yo seguiría junto a ti.

Mi querido pintor, ahora esbozas diferente, solo, aunque en compañía. Abandonaste el mundo mágico, todo en cuanto creías, para vivir según a las normas que rigen al resto.

Solo espero que en este camino nuevo que recorres recuerdes, si decides no volver, enviarme mis alas, mis pinceles y mis sueños para que yo pueda volver a volar y pinte de colores todo cuanto he recorrido desde que te fuiste.